TELEFÓNICA

El sector español de la automoción se reinventa con ayuda de la tecnología

La transformación digital de la industria de automoción busca responder a una serie de retos concretos que han ido surgiendo en los últimos años

Anabel Madrid

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Entre los retos, destaca la necesidad de reinventarse para ser más atractivo a las nuevas generaciones; crear fábricas o centros de producción más resilientes para que puedan adaptarse a un entorno cada vez más cambiante y dependiente de los vaivenes de la economía, como las guerras o las epidemias. También necesitan ser más eficientes en cuanto a costes y tiempos. Y ser más sostenibles, ya que es una de las industrias con un mayor impacto por su elevadas emisiones contaminantes y uso de recursos naturales. 

Todo esto ha llevado a crear nuevos modelos que siguen el concepto de ‘movilidad como servicio’ (o ‘Mobility as a Service’), en el que la posesión se sustituye por compartición, y a su vez se están diseñando nuevos tipos de vehículos que utilizan otro tipo de combustible, como el vehículo eléctrico o híbrido, y que apuestan por modelos más digitales y conectados, con un mayor equipamiento electrónico para mejorar su rendimiento y ofrecer una conducción cada vez más autónoma. 

Pero también han cambiado las fábricas. Están pasando a ser más rentables, gracias a que están innovando en su producción. Las cadenas de suministro tienen que estar cerca de la materia prima; por eso, se apuesta por modelos de fábricas sin cables y en la simplificación de las arquitecturas de sistemas. 

Además, se busca innovar en los componentes y en las cadenas de montaje y para eso es necesario automatizar los procesos y adquirir talento digital que sepa gestionar las nuevas formas de hacer las cosas. Porque un coche eléctrico se parece cada vez más a un móvil y es necesario contar con especialistas en software, y otras tecnologías, que ayuden a digitalizar la producción. 

Finalmente, hay que diseñar modelos que incluyan factores de ecodiseño desde el principio, que reduzcan las emisiones contaminantes y que permitan el reciclaje de sus componentes. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente (2022) el transporte por carretera representa una quinta parte de las emisiones de la UE y, de estas, los coches representan el principal contaminante, con un 60,6% de las emisiones. Es decir, la movilidad sostenible es una de las grandes respuestas a este reto de emergencia climática, pues toca directamente varios puntos clave como el abandono de combustibles fósiles y el desarrollo de tecnologías limpias. Por eso, el ‘negocio del automóvil’ se amplía también al tratamiento de las baterías para los coches eléctricos y el reciclaje de algunos de sus materiales, como el litio. 

Hablamos de la evolución de una industria que se va a sustentar en un intercambio continuo de información entre el coche, el conductor y la infraestructura de la ciudad por la que circula. Telefónica así lo ha entendido y ha elaborado una propuesta de valor de extremo a extremo, que parte de sus propias soluciones de conectividad, entendida como la propia extracción del dato, y su comunicación por múltiples canales, como las redes de área local (LAN), las inalámbricas o las de conectividad celular, como el 4G LTE o actualmente el 5G. 

A continuación, plantea el uso de plataformas cloud o edge computing que permitan procesar la información extraída para procesarla con ayuda de soluciones tecnológicas, como el Big Data y la Inteligencia Artificial (IA) y trasladarla a las necesidades del negocio, para resolver los problemas y crear nuevos casos de uso. 

En todo este proceso, no podemos olvidar la ciberseguridad, un elemento crítico en estos entornos de producción para asegurar la continuidad del negocio. Telefónica también completa su propuesta para el sector de la automatización con su ecosistema de partners que aportan soluciones de nicho, como soluciones de visión artificial o plataformas de IoT industrial, que completan las necesidades de esta industria. 

El sector puede beneficiarse del liderazgo de la red móvil de Telefónica en España, y donde el 4G y el 5G ya llegan al 98% y el 89% de la población, respectivamente. Aunque para que estos cambios acaben de hacerse realidad, también será necesario fomentar la regulación de la conducción autónoma, y facilitar la transformación de las urbes en ciudades inteligentes donde los coches puedan comunicarse con las infraestructuras, como los semáforos, y el propio conductor, redundando en su seguridad.

La utilidad del dato

Según el ICEX, España es el segundo país de Europa que más vehículos fabrica y el octavo a nivel mundial. Además, el sector se está convirtiendo en uno de los más automatizados. 

Por ejemplo, la fábrica de SEAT en Martorell emplea más de 200 robots y 400 vehículos. Esto genera que en la construcción de cada vehículo se analizan y procesan más de 6 Gigabytes de datos en tiempo real. Si tenemos en cuenta que se fabrica un coche cada 68 segundos, se evidencia la importancia de la conectividad a la hora de fabricar vehículos. 

En el caso de los coches eléctricos, según un informe de Ericsson, cada coche genera más de 4 Gigabytes diarios gracias a una comunicación constante en tiempo real con el fabricante y con la infraestructura de las ciudades, en la que se incluye desde los semáforos hasta los móviles de los transeúntes. Todo ello redunda en una mejora en la conducción y una reducción de los accidentes.

Vocento S.A. - 2022