Estos son los tres pilares sobre los que debe asentarse el nuevo modelo de negocio empresarial

Los cambios culturales en los que vivimos han obligado a los empresarios a fijar unos nuevos objetivos que pongan a la sostenibilidad y al cuidado medioambiental en la primera posición de las prioridades organizativas. Pero todavía queda mucho por resolver

El tejido empresarial de un país vive tiempos convulsos y cambiantes. La transición hacia la digitalización que vaya en paralelo con las necesidades de la sociedad es, a día de hoy, imperativo, sobre todo cuando hablamos de modelos de negocio. Si antes la evolución de estos modelos de negocio se medía en décadas, ahora se hace por trimestres.

Asimismo, las empresas operaban de manera aislada y competitiva. Uno de sus principales objetivos era el de primar al accionista y frenar y combatir todo lo que supusiera un obstáculo frente a aquellos. Todo esto, a día de hoy, ya ha cambiado. Si hoy (y en el futuro) las empresas quieren tener éxito, deben trabajar en equipo para transitar del modelo competitivo a uno colaborativo, acorde a los tiempos presentes.

Y estos tiempos requieren empresas que, de ser la causa de muchos de los problemas actuales, pasen a ser la solución. Y esto se consigue en equipo, creando y colaborando, siendo parte de coaliciones que tengan los mismos objetivos de servicio a la comunidad.

Podemos encontrar en la sociedad actual tres frentes de presión a los que debe transitar el modelo empresarial del futuro cercano.

1. El tsunami de la legislación verde: alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, que convertiría Europa en el primer continente en conseguir la neutralidad climática.

2. Las expectativas del cliente, lo que esperan de nosotros. La reputación es el capital más importante de una empresa.

3. Las expectativas de los empleados: protagonistas del éxito al que las empresas aspiran. Estas deben tener una gobernanza justa y transparente: sus empleados deberían poder decir con orgullo que trabajan en una empresa cuyo modelo de negocio aporta valor positivo a la sociedad en la que viven. Y es que el empleado nunca se ha sentido tan libre como ahora: una condición que hay que sumar a las presiones trimestrales que sufren las empresas. Y uno de los valores más en alza actualmente es el de aterrizar en empresa con alma, cuyos objetivos aporten un impacto real en la sociedad del presente con ecos en el futuro.

El talento, pieza esencial de las empresas, nunca se ha sentido tan libre de volar como en el presente

El talento, pieza esencial de las empresas, nunca se ha sentido tan libre de volar como en el presente, con la misma rapidez que las presiones trimestrales, hacia empresas con alma que les permitan aportar un impacto real.