Cuidar del planeta gracias a la digitalización (así es la transición ''verde'')
En España hay casos, tanto en el ámbito rural como en el urbano, que confirman que es posible el ahorro energético, la reducción del consumo de agua, la reducción de emisiones de CO2 y el fomento de economía circular aumentando la eficacia operativa gracias a la digitalización


La sociedad actual afronta innumerables retos como consecuencia de las emergencias sanitarias, económicas y climáticas que en los últimos años se han convertido en molestos compañeros de viaje para la población mundial. Y, en este sentido, urge acelerar la transformación digital como ingrediente revitalizante que ayude en la recuperación y permita regresar a la senda de la prosperidad reduciendo en el trayecto el impacto ambiental. Un camino emprendido hace tiempo por empresas como Telefónica.
Hace casi dos décadas, la compañía ya vislumbró la importancia de potenciar una hoja de ruta clara en cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), y solo ha hecho que redoblar su apuesta convirtiendo en 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), definidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, en el marco estratégico que guía sus compromisos con la sociedad y la protección del medioambiente, así como en el pilar para analizar y evaluar su contribución al desarrollo socioeconómico.
Pero la labor de Telefónica carecería de sentido sin la involucración de instituciones, organismos y empresas, que entienden cada vez con más frecuencia la necesidad de sumarse a una corriente imparable que redunda en su productividad y competitividad, y que les permite desarrollar su actividad de forma más eficiente y sostenible. De ahí que se proclame a los cuatro vientos que la transformación digital y la sostenibilidad deben ir de la mano.
La idea para ser más ecológico desde la empresa es apostar por la “Innovación sostenible”
La finalidad de la compañía no es otra que construir infraestructuras de telecomunicaciones eficientes, resilientes e inclusivas desde una perspectiva innovadora. En este sentido, tecnologías como 5G, cloud, ciberseguridad, IA, big data o el Internet de las Cosas (IoT) son fundamentales para ofrecer la respuesta necesaria a sus clientes. Y lo que es más importante, Telefónica puede demostrar con decenas de casos de éxito cómo pasar de las palabras a los hechos.
Sin ir más lejos, en la pasada edición del Mobile World Congress (MWC), que se celebró entre el 28 de febrero y el 3 de marzo en Barcelona, la entidad presentó hasta 93 ejemplos con las soluciones y los servicios que pone a disposición de las empresas y las Administraciones Públicas para que avancen en su transformación digital y aprovechen todas las oportunidades que la revolución tecnológica ofrece independientemente de las industrias o sectores a los que vayan dirigidos.
El objetivo del proceso de transformación digital no es otro que buscar la manera más adecuada en cada caso para que la tecnología permita transformar en digital todas las áreas de un negocio. Implica un cambio cultural, una revolución si se prefiere, en la manera de hacer las cosas en el seno de la empresa que afecta irremediablemente a toda la sociedad.

El 5G, por ejemplo, es uno de los cambios para cuidar el planeta por todas las soluciones que plantea a su alrededor
Fruto de la colaboración con Telefónica, destacan ejemplos industriales como el puerto de Bilbao, donde gracias a tecnologías como el Edge Computing y el Deep Learning se ha implementado un nuevo sistema de identificación y análisis en tiempo real de los vehículos y contenedores que ingresan al puerto, consiguiendo mejorar la seguridad y eficiencia del transporte de mercancías en sus instalaciones. Otro sector marcado por la innovación es el sanitario, donde recientemente Quirón Salud Málaga realizó una de las primeras operaciones asistidas en España con tecnología 5G y Realidad Virtual.
Y en el ámbito de la sostenibilidad merece la pena mencionar el caso de La Marina de Valencia, que trabaja para reconvertir sus postes de suministro eléctrico y de agua tradicionales en puntos avanzados e inteligentes gracias al 5G, IoT y Blockchain. También el de la isla de La Palma, que tiene como objetivo construir un territorio que gestione de forma más eficiente y sostenible sus recursos, mejorando la vida de los ciudadanos a través de la conectividad y de soluciones digitales como IoT y big data en un momento crucial tras la erupción del volcán Cumbre Vieja.
Pero hay más porque también se han aportado soluciones en ámbitos tan relevantes como la movilidad, la gestión de los edificios y las instalaciones, la educación, el mundo de las pymes, el turismo, el deporte o el ocio y el entretenimiento. Explotaciones avícolas y agrarias, hoteles, despachos de abogados, asesorías, comercios tradicionales, grandes corporaciones, organismos públicos, universidades, entidades bancarias, escuelas de negocios, federaciones y clubes deportivos o miles de hogares han confiado en el saber hacer de Telefónica para adaptarse a un futuro muy presente.

Es más, gracias al trabajo desarrollado para sus diferentes clientes, las emisiones evitadas en 2021 en España superaron los 2,46 millones de toneladas de CO2. Esto equivale a plantar un bosque de 45 millones de árboles y demuestra la capacidad de las nuevas tecnologías para acelerar la transformación de la economía hacia un modelo más sostenible.
En resumidas cuentas, quienes asuman un papel de liderazgo transformando su modelo de negocio hacia una digitalización sostenible verán mejorada su reputación corporativa y se beneficiarán de un aumento de la productividad y los ingresos conquistando el futuro que han ayudado a consolidar. En España hay casos en prácticamente toda la geografía nacional, tanto en el ámbito rural como en el urbano, que confirman que es posible el ahorro energético, la reducción del consumo de agua, la reducción de emisiones de CO2 y el fomento de economía circular aumentando la eficacia operativa y logrando importantes beneficios.
La revolución sostenible empieza por dar ejemplo
Pero el compromiso de Telefónica no se reduce exclusivamente a lo que puede hacer por los demás, también forma parte de su propia idiosincrasia un cuidado milimétrico de sus procesos internos. Por ello, hasta la fecha, la compañía ha logrado reducir su impacto ambiental en España gracias a una disminución del 92% de sus emisiones de carbono (en alcance 1 y 2) por el uso de energías renovables y la integración de tecnologías más eficientes, desde 2015.
Así, Telefónica tiene previsto alcanzar las cero emisiones netas en 2040 y con el objetivo intermedio de neutralizar las emisiones de alcance 1 y 2 de sus principales operaciones en 2025. Además, en los últimos seis años su consumo de energía, a nivel global, se ha reducido en un 7,2%, mientras que el tráfico se ha multiplicado por 6,7. Hoy, el 100% del consumo eléctrico de Telefónica procede ya de fuentes renovables en Europa, Brasil y Perú, proporción que se sitúa en el 79,4% a escala global.
Por si fuera poco, la compañía ha fijado también varios objetivos de economía circular para alcanzar Cero Residuos en 2030 mediante el ecodiseño, la reparación, la reutilización y el reciclaje, garantizando que sus residuos no se incineran o terminan en un vertedero, sino que se transforman en materias primas que son reintroducidas en la cadena de valor. Como consecuencia de estas medidas, solo en España, ya en 2021 ha reutilizado casi 2 millones de equipos electrónicos (entre ellos más de 8.200 móviles) y reciclado el 98% de sus residuos, en todos los países que está presente.
Y todo ello además aunando la sostenibilidad ambiental y social con la financiera, y recibiendo el respaldo de los principales organismos -Moody’s, S&P, Sustainalytics, FTSE o MSCI- encargados de medir y calificar su desempeño en relación a los índices de sostenibilidad que sirven de referencia a nivel mundial. Una verdadera transformación.
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