I+D+I: el éxito de la economía española para superar la inflación

Pese a la inflación y la guerra, las empresas españolas continúan invirtiendo en innovación y tecnología. Unas circunstancias difíciles obligan, más que nunca, a subirse al tren de la innovación para competir en las mejores condiciones, dicen los expertos

Corren tiempos difíciles para la economía. El conflicto en Ucrania ha generado una imparable inflación que se nota en los bolsillos de los ciudadanos y en las cuentas de resultados de las empresas. Y, sin embargo, invertir en innovación sigue siendo una de las claves del éxito.

En este escenario, las empresas españolas son cada vez más conscientes de la necesidad de apostar por esa innovación de cara a poder competir con garantías en el mercado. Fuerzas como la globalización, el rápido cambio tecnológico o la economía circular están transformando los modelos de negocio tradicionales y dando paso a enormes retos que necesitan respuestas valientes. Algunos indicadores ponen ya de manifiesto que las compañías tienden hacia la escalabilidad de sus procesos de I+D+i a todas sus áreas productivas.

Un claro ejemplo de esa realidad se da en sectores de alto impacto en el PIB, como la Automoción y la Movilidad Sostenible. “Muchas empresas están activando palancas estructurales y económicas para establecer procesos productivos de innovación integrales, capaces de cubrir todo el ciclo de vida de los productos o servicios. Las plantas buscan optimizar recursos. En términos generales, para ser competitivos hoy en día, es necesario apostar por procesos de prueba y error que nos permitan adelantarnos a lo que el mercado necesita”, señala Mar García Ramos, Socia responsable del Sector Automoción y Movilidad de Grant Thornton.

Lo cierto es que el dinamismo del mercado actual obliga a que, cada vez con mayor frecuencia, las empresas se ven obligadas en su aprendizaje de innovación al “live testing”, a extraer conocimientos con el propio lanzamiento de productos y servicios. Los procesos de evaluación y testado tradicionales no se ajustan a la velocidad a la que avanza hoy el mercado

Por encima de la media europea

En ese sentido, el último informe de la consultora Grant Thornton ha tomado el pulso de la mediana empresa española, y ha ofrecido algunos indicadores muy positivos en términos de inversión en I+D+i. Por ejemplo, el 39% de las empresas encuestadas pretenden invertir en transformación digital y el 41% en la promoción de I+D.

Además, España se sitúa 4 puntos por encima de la media europea en inversión en I+D (44% por 40% de nuestro continente, si bien en términos globales estamos 9 puntos por debajo). Otro dato relevante es la inversión en tecnología (el 53% de las empresas encuestadas indican que invierten en este campo, frente al 46% de Europa y el 60% a nivel global). Incluso el análisis por Comunidades Autónomas muestra un claro crecimiento en la mayor parte de los territorios en la potencial inversión empresarial en torno al I+D.

A pesar de estos buenos datos, la inversión española en esta partida siempre se ha quedado por debajo de sus homólogos europeos. “Las empresas españolas realizan un esfuerzo menor en I+D+I, que el que le correspondería dado su nivel de desarrollo, comparado con otros países europeos. Desde mi punto de vista, las palancas para equiparar el nivel pueden estar en mejorar los incentivos fiscales de las empresas para dedicar presupuesto y recursos a proyectos de I+D+I, facilitar nuevos canales internacionales para la puesta en marcha de los productos resultantes y crear mejores sinergias entre universidades y empresas, tanto nacionales como internacionales, que fomenten la actividad investigadora”, señala, por su parte, Luis Pastor, socio director de Consultoría de Negocio e Innovación.

España se sitúa 4 puntos por encima de la media europea en inversión en I+D

Por todo ello, es imprescindible que la empresa busque sinergias y nuevas fuentes de financiación de su innovación e I+D+I. “Ayudamos a nuestros clientes a poner en marcha sus proyectos, a acceder a la financiación privada y a poner el foco en investigación, desarrollo e innovación. Estamos comprometidos con el desarrollo de estas áreas en España y con las compañías que quieren invertir en iniciativas con un alto grado de innovación, siempre con marcado un trasfondo de sostenibilidad”, indica Fernando Beltrán, Socio Director de Financial Advisory y de Impulsa I+D de Grant Thornton.

A estos datos positivos se suma la buena salud de España como destino inversor y eje empresarial, ya que ha escalado puestos a nivel internacional y está decididamente creciendo en definir un ecosistema innovador para empresas de nueva generación y startups.

Asignaturas pendientes

A pesar de estas expectativas positivas, queda margen que cubrir para que la inversión en I+D resulte más atractiva para las empresas españolas. “Hay que mejorar los incentivos y activar mecanismos para que el cambio hacia la innovación sea una cuestión cultural y no solo operativa. Gran parte del futuro de las organizaciones pasa por la habilidad para adaptar sus modelos de negocio a las exigencias del entorno”, destaca Mario Carabaño, Socio de Consultoría de Sector Público de Grant Thornton.